Dominios y subdominios, qué son y en qué se diferencian

En la jerga de la red hay conceptos que son muy similares y pueden llevar a confusión a la hora de definirlos. Dos de ellos son dominio y subdominio. De entrada, la diferencia es lógica: el subdominio forma parte del dominio. ¿Cuáles son sus definiciones y dónde los situamos?

El dominio ya sabemos lo que es: es el nombre con el que nos conocen en la red, un nombre fácil de recordar y más fácil de escribir que está asociado a una dirección IP física de internet en la que tenemos alojada nuestra página. Un subdominio es, sencillamente, un dominio que forma parte de un dominio mayor.

Contrariamente a lo que se pueda creer, un subdominio no es una subsección del dominio que ya tenemos. Por ejemplo, si el nombre de dominio es dominio.barcelona, ​​el subdominio no sería dominio.barcelona/actualidad. Esto sería una página en el mismo dominio. Un subdominio sería algo como faqs.domini.barcelona.

Un subdominio es un nuevo sitio web independiente pero sin la necesidad de crear otro nombre de dominio, que puede tener sus propias subsecciones y funciona de forma autónoma.

¿Por qué crear un subdominio?

Crear un subdominio tiene varias ventajas. La primera es que se pueden organizar diferentes secciones totalmente aparte del contenido del web colgado en el dominio principal. Esta es la principal función de un subdominio: separar las diferentes secciones de un sitio web y organizar los contenidos de forma efectiva.

Otra razón para utilizar los subdominios es evitar cargar de información el dominio principal. En la práctica, es otro dominio con sus imágenes, extensiones y páginas propias. Así pues, irá más rápido a la hora de navegar.

Por último, una ventaja a destacar es que no tendrás que pagar otro dominio, sino que muchos registradores incluyen subdominios ilimitados por el mismo precio del dominio.

¿Y cómo creo un subdominio?

Ante todo piensa el nombre que quieras ponerle. Cuanto más corto y descriptivo, mejor. Por ejemplo, si es para alojar una tienda electrónica, lo mejor es que lo llames botiga.domini.barcelona, así los usuarios identificarán enseguida dónde están.

Crear un subdominio no es complicado. En el panel de control habilitado por el registrador de tu dominio debes tener una opción relativamente sencilla que te permite crearlo. De todas formas, no dudes en consultarlo con su departamento técnico, para poder disfrutar así de las ventajas de tener un subdominio en tu .barcelona.

Cómo puedes proteger tu marca en internet

Tener presencia en internet es vital a la hora de abrir un negocio. Ya sea para informar de los servicios y productos que ofrecemos o bien para explicar quiénes somos y dónde estamos e, incluso, vender a través de la red. Por eso, en cuanto tenemos la idea de poner en marcha un proyecto, tenemos que pensar en registrar el dominio con nuestra denominación en internet.

Porque, de hecho, el nombre de dominio es como nos conocerán en la red. Son nombres únicos en el mundo y no se pueden repetir. Los usuarios identifican este dominio con la empresa y los productos y servicios que ofrece. Por eso es esencial escoger un buen nombre de dominio, que se adecue a cada perfil. Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes una serie de consejos.

Lo que mucha gente no tiene presente es que, por mucho que tengamos un nombre registrado como empresa, eso no garantiza que también tengamos derecho a utilizar este mismo nombre en la red. Así pues, es muy importante que primero miremos si el nombre está libre, es decir, que nadie más lo tiene registrado, y registrarlo cuanto antes a nombre de nuestra empresa.

También es muy importante que tengamos en cuenta la fecha de vencimiento del registro de dominio, ya que, si no lo renovamos, después de unos días el dominio vuelve a quedar libre y cualquier persona puede registrarlo.

A la hora de proteger una marca en internet, una práctica habitual es registrar también dominios parecidos o con otras terminaciones. De esta manera evitamos que se escapen muchas búsquedas de los usuarios hacia otros webs y también nos ahorramos que un tercero lo registre con el fin de perjudicar nuestra marca. Por ejemplo, si nuestro web es lamevabotiga.barcelona, lo mejor para proteger nuestra marca sería que registráramos también labotiga.barcelona o latevabotiga.barcelona.

A priori puede considerarse una inversión innecesaria, ya que quizás solo utilizamos uno o dos dominios de los que registramos, pero es un coste muy pequeño si lo comparamos con los quebraderos de cabeza que nos puede llegar a ahorrar. Blindar nuestra marca en internet es tanto o más importante que hacerlo en el registro físico.

¿Cuál es la diferencia entre un dominio con https y otro con http?

Cuando navegas por internet, seguramente te has fijado en que algunas direcciones comienzan con “http” y otras con “https”. Esa letra de diferencia significa más de lo que parece, ya que sirve para diferenciar dos protocolos de comunicación.

¿Qué es el http?

Ante todo, hay que definir qué es el http. Son las siglas de Hypertext Transfer Protocol, que en español significa ‘protocolo de transferencia de hipertexto’. Sin entrar en largas explicaciones técnicas, es el método más común de intercambio de información en la red, que sirve para comunicar nuestro navegador con el servidor en el que está colgada la información que consultamos.

El http es un protocolo sin estado, ya que no almacena información y trata cada petición de información como una transacción independiente, sin tener en cuenta las solicitudes anteriores. Por ejemplo, el http no tiene en cuenta un hecho tan importante como las galletas, que encontramos en casi todos los webs y se guardan con el objetivo de conocer la actividad previa del navegador.

Aunque el protocolo http ha pasado por varias versiones, la más utilizada sigue siendo el http/1.1, de junio de 1999. La World Wide Web ha cambiado mucho en este tiempo. Por ejemplo, realizar transacciones económicas por internet es muy habitual. Esto ha hecho que el protocolo de comunicación http que era seguro veinte años atrás ahora no proteja suficientemente la información que se envía por la red.

¿Y qué es el https?

La necesidad de aumentar la seguridad en el intercambio de información por la red hizo crear el https (HypertextTransfer Protocol Secure). La s del final corresponde a la palabra seguridad; por tanto, el https es la versión segura del http.

Este nuevo protocolo de comunicación combina los protocolos HHTP y SSL/TS para que la transmisión de datos entre usuario final y cliente sea más segura. Para ello, utiliza una conexión encriptada que hace que la información sea prácticamente indescifrable por un tercero.

Diferencia entre el http y el https

Al principio el https era un protocolo orientado solo al comercio o la banca electrónica, pero poco a poco se está convirtiendo en un estándar de la red.

¿Por qué el https es cada vez más popular? Pues porque mientras que la información de un web con http puede ser fácilmente interceptada por un usuario malintencionado, con un web con https esto es mucho más complicado.

Hoy en día casi todos los webs tienen un formulario de contacto, donde los usuarios pueden poner sus datos personales. Solo por eso ya vale la pena tener un web con https. Otro beneficio es que los navegadores valoran mucho la seguridad y de inmediato te muestran que el sitio web que estás visitando no es seguro. Por tanto, si tienes un web con http, cada vez menos usuarios llegarán a él o se sentirán cómodos a la hora de visitarlo.

¿Cómo cambiar mi web http a https?

Para pasar un web con protocolo http a https solo necesitas un certificado SSL. Puedes solicitarlo a tu alojador, o bien, si tu web está diseñado con algún constructor como WordPress o Prestashop, puedes descargarte los conectores correspondientes.

Es un pequeño gesto que hará que tu web .barcelona sea más seguro y, además, genere una sensación de seguridad en los usuarios que visiten tu página.

Cómo registrar un nombre de dominio escrito con caracteres especiales

Cada lengua tiene unas variedades lingüísticas diferentes. El catalán, como la mayoría de los idiomas europeos, tiene un gran número de caracteres especiales, como los acentos y la diéresis, pero también tiene otros característicos, como la ç y el punto medio o volado.

Los utilizamos para escribir, pero a priori estos caracteres no se pueden utilizar a la hora de registrar un nombre de dominio o en una dirección de correo electrónico. Por eso, vemos, por ejemplo, webs referentes a una calçotada con el nombre calcotada o de empresas de decoración con el nombre decoracio.

Eso con el dominio .barcelona no ocurre, ya que acepta una lista muy extensa de caracteres especiales. Por lo tanto, el nombre de tu web .barcelona se puede escribir igual que el nombre de tu proyecto, y así te encontrarán escribiéndolo tal como es y no se leerá de manera extraña. Por ejemplo, podrías registrar un dominio con el nombre ràdio.barcelona, habitació.barcelona o bien abraçada.barcelona.

IDN y ASCII

Los nombres de dominio que incluyen caracteres especiales se llaman IDN (Internationalized Domain Name), que son las siglas de nombre de dominio internacionalizado. Estos dominios incluyen caracteres que están fuera del estándar para el intercambio de información, el ASCII (American Standard Code for Information Interchange), que es el lenguaje con el que “habla” internet. Como el código ASCII no incluye los acentos ni otros caracteres de las lenguas árabes, eslavas o chinas, entre otras, y excluye a una gran parte de la población mundial, surgió la necesidad de que las direcciones de internet pudieran incorporar los caracteres de las distintas lenguas. En el año 1998 se propuso que se introdujeran estos caracteres, pero no fue hasta el 2005 cuando se presentaron públicamente por la ICANN.

No es que se hayan introducido nuevos caracteres en el código ASCII, la red sigue funcionando con este código. Sencillamente un algoritmo transforma los caracteres IDN en ASCII. Por eso, cuando registramos un nombre de dominio con acentos o caracteres especiales, también registramos al mismo tiempo otro con los estándares del código ASCII.

Sea como sea, los IDN nos dan más libertad y flexibilidad a la hora de escoger el nombre de nuestro dominio .barcelona y nos permiten escribir con las características de nuestra lengua y hacer valer así nuestra identidad.

Para registrar un dominio .barcelona con caracteres especiales, el titular tiene que ponerse en contacto con su registrador y solicitarlo. El registrador debe hacerlo de manera gratuita, ya que forma parte de las particularidades de este dominio.

Cómo se puede renovar un dominio

Las personas y empresas construimos nuestra identidad de acuerdo con un nombre y unos valores. En la red, sucede lo mismo. Nuestro nombre de dominio nos define y permite que se nos reconozca en internet. Por eso, es muy importante renovar el dominio que tenemos y no ir registrando otros diferentes. Aparte, así tenemos el control de nuestra imagen de marca en la red y aseguramos que no vaya a parar a las manos equivocadas. Conservando el nombre de dominio también seguimos disfrutando de los servicios asociados, como son los buzones de correo.

¿Pero cómo tenemos que hacerlo para renovar el dominio? 

Cuando sea hora de renovar el dominio tenemos que ponernos en contacto con nuestro registrador. Para saber cuándo caduca nuestro dominio .barcelona debemos acceder a nuestro panel de usuario y mirar la fecha de vencimiento. Una vez dentro del panel, es importante que nos situemos dentro del dominio que queremos renovar, ya que puede ser que tengamos registrado más de uno. Una vez dentro del nombre de dominio que queremos renovar, encontraremos la opción “Renovación de dominio”.  Es en este punto donde tendremos que escoger la duración del registro. Puede ser un año o bien periodos más largos. El ICANN permite un máximo de 10 años de registro. Seguidamente tendremos que confirmar los datos y hacer el pago de la cuota.

No hace falta que esperemos al último momento para hacerlo, aunque falten semanas para que caduque podemos renovar el .barcelona de manera anticipada sin que afecte al plazo siguiente. Por ejemplo, si el dominio caduca el 1 de enero de 2022, la fecha del vencimiento siguiente será el 1 de enero de 2023, independientemente de cuándo hagamos la renovación. Así, si tenemos algún código de descuento, lo podemos aprovechar en el momento que podamos disfrutar de él, sea la fecha que sea.

¿Qué sucede si llega la fecha de vencimiento y no hemos renovado el dominio?

Normalmente nuestro registrador nos avisará cuando quede poco tiempo para que venza el plazo de registro. Eso varía según el registrador, pero podemos recibir avisos desde 30 días antes del vencimiento. Podría pasar que por lo que sea no los viéramos o nos hubiéramos despistado. Después de la fecha todavía tenemos 5 días para poder renovarlo. Pasados estos 5 días se pone en marcha el proceso de desactivación definitiva y pocos días después ya habremos perdido el dominio.

Eso no quiere decir que lo perdamos para siempre, sino que nuestro nombre de dominio vuelve a estar disponible para que alguien lo registre. Por lo tanto, si tenemos suerte y nadie lo ha registrado, lo podemos volver a registrar haciendo todos los trámites habituales de alta de dominio.

Esto es una práctica un poco peligrosa, ya que aparte de correr el riesgo de no poder registrarlo y perder la identidad digital, el proceso de alta siempre es más pesado que el de renovación.

Para evitar quebraderos de cabeza, muchos registradores ofrecen la posibilidad de automatizar este trámite con la renovación automática. Así, si no le decimos lo contrario, el registrador va renovando anualmente nuestro dominio sin que tengamos que pensar más en ello.

¿Se puede comprar o vender un dominio?

En el momento en que registramos un dominio, somos los propietarios de los derechos para utilizar este nombre de dominio durante un periodo determinado. Sin embargo, este dominio puede cambiar de nombre u organización en cualquier momento. Y muchas veces el registrador de dominio no cobra dinero por hacer esta operación.

Este hecho hace que mucha gente entre en la especulación de dominios y registre nombres susceptibles de que otras personas u organizaciones los necesiten en algún momento, para así revenderlos y hacer negocio. Sobre todo, en los inicios de internet se pagaron verdaderas fortunas para registrar nombres de dominio.

Hoy en día ya no se pagan millones de dólares por un dominio, ya que hay múltiples combinaciones y, aparte, la mayoría de gente utiliza los motores de búsqueda como Google para encontrar una dirección. Por lo tanto, el posicionamiento es clave. A pesar de eso, el nombre de dominio sigue siendo muy importante y siempre hay gente dispuesta a pagar un poco más por el nombre que tenía pensado. Muchas empresas han construido su identidad de marca sobre un nombre específico y quieren continuar con este nombre en la red, como es lógico.

El límite de la legalidad

Comprar y vender un dominio no es ilegal, aunque hay países que prohíben registrar nombres de dominio específicos con la intención de venderlos a una empresa o persona que puede tener los derechos de propiedad intelectual sobre estos nombres. Según la Política uniforme de resolución de disputas por nombres de dominio (UDRP), una parte puede impugnar el registro de un nombre de dominio de otra parte si el nombre o marca está registrado. Si no se cumple esta política, se puede llegar a confiscar el nombre de dominio y puede haber consecuencias legales. Esta política del ICANN nació para combatir la ciberocupación. Esta acción consiste en registrar deliberadamente nombres de dominio correspondientes a terceros con la intención específica de obtener un beneficio. E, incluso, utilizar el dominio con usos poco adecuados para dañar a la marca en cuestión.

A pesar de eso, no siempre es ilegal comprar y revender un dominio. Cuando no se infligen daños a terceros es perfectamente factible. Prueba de eso es la figura de los domainers, inversores especializados en gestión de carteras de registros de dominios que, sin entrar en terreno ilegal, especulan con los nombres de dominio para sacar un beneficio. La actividad de los domainers se basa en registrar términos genéricos que pueden interesar a grandes marcas. Algunos ejemplos serían alquiler coches, turismo rural o bien seguros hogar.

Los domainers encuentran límites en las políticas de registro de ciertos dominios. Por ejemplo, si miramos la Política de registro del dominio .barcelona encontramos también que para registrar uno de estos dominios hay que ser una persona o entidad legal con un nexo con la comunidad .barcelona, ya sea para desarrollar una actividad lingüística, cultural, turística o comercial o bien de algún otro cariz que conduzca al beneficio de la comunidad .barcelona. Previamente el registrante debe exponer el uso que se pretende hacer de este nombre de dominio. Estos requisitos hacen que el nivel de especulación de nombres de dominio .barcelona sea más bajo.

Cómo puedes transferir tu dominio .barcelona

El registro es la base de datos central donde se almacenan todos los nombres de dominio. Solo tienen acceso los registradores, que son las empresas acreditadas por ICANN, una corporación sin ánimo de lucro que trabaja para garantizar un internet global y estable, desde donde tenemos que proceder al registro. A través de estas empresas sabemos si el nombre que queremos está disponible y contratamos la reserva del dominio por un periodo determinado.

Actualmente podemos registrar nuestro dominio .barcelona desde varias empresas, que compiten entre sí con respecto a los precios, servicios de valor añadido o atención al cliente. En este enlace puedes ver la lista completa de registradores acreditados de .barcelona.

¿Pero qué pasa si, por el motivo que sea, queremos cambiar de registrador sin perder nuestro dominio? ¿Esto se puede hacer? La respuesta es sí: podemos transferir un nombre de dominio de un registrador a otro con toda libertad. La política de transferencia de ICANN está destinada a incrementar las opciones de los registrantes de dominio y fomentar la competencia entre registradores. Solo hay un requisito importante: tienen que haber pasado 60 días desde la fecha del registro o desde la transferencia anterior. También debe tenerse en cuenta el vencimiento del dominio. El cambio de registrador tarda unos días (entre 5 y 10), por lo tanto, puede ser que si el dominio está a punto de caducar no lleguemos a tiempo.

Para trasladar un dominio solo tenemos que seguir cuatro sencillos pasos:

  1. Solicitar a nuestro registrador actual el desbloqueo y el authcode (código de autorización).
  2. Darlo al nuevo registrador.
  3. Confirmar el traslado del dominio.
  4. Esperar unos días para que se complete el proceso.

Durante estos días y los días posteriores al cambio de registrador, nuestro web .barcelona no tendría que dejar de funcionar ni tendríamos que tener ningún problema técnico ni burocrático. Cuando solicitamos un cambio de registrador es parecido a cuando hacemos un cambio de teleoperador. Las dos empresas (la actual y la nueva) reciben una notificación. Eso facilita que el proceso sea más transparente y se reduzca la posibilidad de transferencias fraudulentas. 

Si quieres leer más información sobre la política de transferencia entre registradores de ICANN, consulta este enlace.

¿Conoces tus derechos y deberes que tienes a la hora de registrar un dominio?

Cuando registramos un dominio, firmamos un contrato con un registrador. A menudo los contratos son pesados ​​de leer, y muchas veces aceptamos sin saber del todo a qué damos nuestro consentimiento. Estos acuerdos se basan en los términos y condiciones de ICANN, pero también son importantes las leyes y reglamentaciones del país donde registramos el dominio.

En primer lugar y lo que tenemos más claro es que, como titular con licencia de un nombre de dominio, tenemos derecho a utilizar este nombre en exclusiva durante un período estipulado de tiempo. Normalmente los periodos van desde un año hasta diez años. Cuanto más tiempo registramos el dominio, más económico será el precio anual.

Aparte de eso, cuando registramos el dominio tenemos unos deberes. El primero es proporcionar nuestros datos de manera correcta y fiable y que estos datos no perjudiquen a terceros. Esto incluye el nombre completo y las direcciones postal y electrónica, información que se debe ir actualizando cuando el registrador nos la solicite.

Asimismo, tenemos un derecho muy importante de cara a los registradores: deben custodiar nuestros datos de manera segura para que no se utilicen de forma fraudulenta. Eso sí, siempre que las autoridades los soliciten, los tendremos que proporcionar.

Un registro de dominio no funciona muy diferente de otro contrato. Están los acuerdos entre el registrador y el registrante, pero por encima de todo está la legislación vigente de cada territorio donde se contrata este dominio. Por lo tanto, es importante saber dónde está ubicado nuestro registrador para saber qué leyes regulan nuestro contrato de dominio. Por ejemplo, si tenemos una disputa sobre el uso del nombre del dominio, serán los tribunales del país del registrador los que decidirán.

Conoce unos acortadores de URL con origen genuino

Una URL es como llamamos la dirección de un sitio web u otro recurso de internet. Son las siglas en inglés de Uniform Resource Locator, que en castellano significa literalmente ‘localizador uniforme de recursos’. Se llama así porque una URL es la dirección específica que se asigna a cada uno de los recursos disponibles en la red, con el fin de que estos recursos puedan ser localizados e identificados. Entendemos como recursos tanto las páginas como los documentos, archivos, sitios, carpetas, etc.

No podemos ni imaginar los miles de millones de recursos que hay colgados en la red; cada día se crean nuevos. Es un volumen muy grande de información, y cada uno de ellos tiene una URL única y exclusiva. Por lo tanto, no es de extrañar que la mayoría de las direcciones sean una combinación interminable de números y letras, muchas veces impronunciables. Una de las desventajas a la hora de compartir estas direcciones es que ocupan mucho espacio en caracteres. Esto es un problema si queremos compartirlo en un post o especialmente un tuit, donde los caracteres están contados. Además, estéticamente queda bastante mal una dirección larga y sin mucho sentido.

Los acortadores de URL

Por eso desde hace unos años existen los acortadores de URL. Son páginas gratuitas donde podemos pegar la dirección que queremos compartir y automáticamente nos genera otra dirección mucho más corta y exportable. Esta dirección hace exactamente lo mismo que la larga; por lo tanto, te redirige a la URL original.

Otra ventaja de los acortadores es que la URL se puede personalizar; por lo tanto, después del dominio del acortador, podemos escribir la dirección que queremos, haciendo referencia al contenido del sitio donde nos lleva de enlace. Esto ayuda a que la persona que clica sepa dónde va y también a poder jugar creativa y libremente con el texto.

Existen muchos acortadores de URL, la mayoría de los cuales tienen dominios genéricos que buscan la internacionalización o bien un nombre corto que se recuerde fácilmente. Pero si buscas alternativas más personalizadas, encontramos algunos con dominio geoTLD.

Un ejemplo es el ja.cat, un acortador de URL en catalán que también permite personalizar la dirección. También encontramos i.gal, que acorta direcciones con el dominio de Galicia. Si deseas utilizar un acortador en vasco, el tuyo es el labur.eus.

Otras ventajas de los acortadores de URL

Aparte de las dos ventajas principales que ya hemos comentado antes, de reducir el número de caracteres y personalizar la URL, hay otras que quizás pasan más desapercibidas.

Hay acortadores que permiten extraer los datos sobre la interacción en los enlaces; por lo tanto, se pueden analizar las estadísticas de nuestros enlaces y las de los otros. Esto sirve para saber los clics, la procedencia geográfica y el número de comparticiones.

También muchos acortadores nos facilitan el trabajo, ya que ofrecen la opción de programar directamente las publicaciones en redes sociales. Además, usar un acortador de URL no afecta al SEO, solo redirecciona a la dirección original; por lo tanto, todo el trabajo de posicionamiento queda intacto.

¿Cómo pueden los datos abiertos ayudar al pequeño comercio?

Se presenta uno de los proyectos piloto que ha ganado la convocatoria de ayudas a la innovación urbana “La ciudad proactiva: Datos × Comercio”, que tiene que ayudar al pequeño comercio a utilizar los datos abiertos para tomar decisiones que mejoren el negocio o para conocer mejor el comportamiento de la clientela.

El proyecto ha sido desarrollado por la Asociación Iniciativa Barcelona Open Data con el apoyo del Eje Sant Andreu, la Asociación de Comerciantes Mirall de Pedralbes y la Asociación de Comerciantes La Marina.

La prueba piloto ha permitido desarrollar un nuevo web y una nueva aplicación para hacer visualizaciones interactivas de datos abiertos, de fácil interpretación y que permitan a los comercios analizar la situación o el impacto que pueden tener diferentes acciones y reducir la brecha digital en el sector. Se probarán en las tres zonas comerciales que han dado apoyo al proyecto hasta finales de julio, cuando se presente la versión final de estas herramientas con el objetivo de ampliarlas a otras zonas.

  • La aplicación móvil muestra datos de un comercio concreto contrastados con los del entorno y genera gráficos e indicadores, es decir, transforma los datos en información y conocimiento. En el área personal, cada comercio puede hacer un seguimiento individualizado de:
    • su facturación
    • su clientela
    • la percepción de éxito
    • otros parámetros
  • El espacio web contiene visualizaciones interactivas basadas en datos abiertos que den información estructurada útil para el comercio local. Concretamente, aporta:
    • datos sobre la estructura económica del barrio
    • datos sobre hábitos de consumo
    • datos de población
    • datos sobre dinamismo social y asociativo

Este es uno de los siete proyectos ganadores de la convocatoria de ayudas a la innovación urbana «La ciudad proactiva», lanzada por el Ayuntamiento e impulsada en junio por la fundación municipal BIT Habitat. El objetivo es encontrar soluciones a los nuevos retos que la crisis ha generado o acentuado, en los campos de la inclusión social, la sostenibilidad y la resiliencia urbana y el impulso de la economía local.